El último día de noviembre el joven Joakim, de compras de navidad con su padre, ve en una librería un calendario de adviento con sus 24 ventanitas para abrir, una por una, cada día de diciembre hasta Nochebuena. Pero éste resultará ser un calendario mágico... En lugar de las figuras que suelen contener estos calendarios, de él todos los días se caen unos papelitos escritos que cuentan la historia de Elisabet, una niña que se ha perdido. A partir de aquí la historia nos llevará de viaje por Europa en compañía de un grupo al que, cada día, se une un nuevo personaje. Es un viaje en el Tiempo, hacia atrás, hasta llegar al mismísimo portal de Belén. Como siempre sucede en los libros de Jostein Gaarder, éste encierra misterio e historias dentro de las historias, como pequeñas cajas que vamos abriendo. En este caso, cada ventana del calendario será... un precioso regalo prenavideño.Jostein Gaarder (Oslo, 1952) fue profesor de Filosofía y de Historia de las Ideas en un Instituto de Bergen durante diez años. En 1986 empezó a publicar libros, y en 1990 recibió el Premio de la Crítica y el Premio literario del Ministerio de Cultura noruegos por su novela El misterio del solitario (Siruela, 1995). Pero fue El mundo de Sofía (Siruela, 1994) la obra que se convirtió en un auténtico best-seller mundial y que ha sido galardonada en España con diferentes premios. Gaarder creó la Fundación Sofía, cuyo premio anual dotó económicamente a la mejor labor innovadora a favor del medioambiente y el desarrollo.
Una Navidad más, y un año que el Club de Lectura cierra con un balance positivo, una decena de libros de una miscelánea calidad entre clásicos y modernos de una actualidad absoluta que ahora cerramos con un nuevo mensaje para estas fechas, El misterio de navidad (1992), de Jostein Gaarder.
ResponderEliminarEs un libro que deberíamos empezar a leer el 1 de diciembre, tiene los mismos capítulos que días tiene un calendario de adviento. La historia empieza cuando el último día de noviembre, el protagonista Joakim y su padre no encontraban el calendario en ninguna tienda. De pronto Joakim señaló a su padre el escaparate de una pequeña librería donde había uno delante de unos libros. Entran en la librería, vieja y destartalada, a por el calendario, y entonces sucede algo especial, en una estantería el joven descubre uno que parecía muy viejo y en el que podía leerse: “Un calendario de adviento con sus 24 ventanitas para abrir, una por una, cada día de diciembre hasta nochebuena”. Pero este resultará ser un calendario mágico, y en lugar de las figuras de chocolate que suelen contener estos calendarios, todos los días salta un papelito escrito que cuenta la extraña historia de Elisabet, una niña que se ha perdido persiguiendo a un corderito.
A partir de aquí la historia nos llevará de viaje por Europa, una fantasía que comienza en Noruega y que terminará en el portal de Belén, justo el día de Nochebuena cuando nace el Niño Jesús. El viaje de Elisabet será un viaje muy especial, no sólo es un periplo por Europa, sino que también es un viaje en el Tiempo porque según avanzan hacia Belén, van retrocediendo en los años precedentes, con acontecimientos significativos, hasta llegar justo al nacimiento del niño Jesús, y en el viaje, cada día, se va uniendo un personaje, y al final acompañamos con nuestra lectura a cuatro pastores, los tres Reyes Magos, cinco ángeles, y un posadero, un gobernador romano y Augusto, emperador romano, y un pequeño rebaño siete ovejas.
El contrapunto a esta fantasía bíblica lo ponen los personajes Elisabet y Juan, la niña protagonista y el artífice del calendario que, en cierta medida, reivindica la causa palestina con su relato, y termina con una explicación sobre el secuestro de la niña cincuenta años antes, sin que debamos pensar otra cosa que se quiera hilvanar fantasía y realidad para contar, como excusa literaria, otra fábula sobre la Navidad y el mundo cristiano en torno a esta fecha mágica que se sigue celebrando en buena parte del mundo. Y más allá de una lectura sobre el acontecimiento de la figura y nacimiento de Jesús, habría que pensar en lo que caracteriza a los libros de Jostein Gaarder, ese aire de misterio e historias dentro de otras historias, como pequeñas cajas que el lector va abriendo hasta un final comprensible, o al menos posible y justificable en nuestra razón.
El libro, la historia, el poder de su fantasía dio para una amena charla de los miembros del Club sobre todo para quienes la Navidad y sus acontecimientos tienen aún cierto sentido y emoción en sus vidas, aquellos que aún viven y sueñan con estas fiestas, cantan sus villancicos y se reúnen en familia en las fechas más señaladas; y por qué no, también para aquellos cuya imaginación y, sobre todo, el poder de la literatura sigue siendo ese espacio donde seguir soñando.
Desde esta columna anual, una Feliz Navidad a todos los compañeros de este singular Club de Lectores, y el año que viene, 2020, ojalá venga cargado de buenas y excelentes lecturas para pasar nuestros mejores ratos de complicidad encerrados entre las páginas de un libro.
Próxima lectura en enero, amena y curiosa, "La librería ambulante", de Christopher Morley.
Pedro Martínez Domene.