La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves 28 de Octubre, a las 19:30 horas. En ella comentaremos “Los sufrimientos del joven Werther” de Goethe.
“Los sufrimientos del joven Werther” supusieron un éxito editorial sin precedentes en su país y se convirtieron en una pieza indispensable para comprender el desarrollo posterior de la literatura alemana y europea. Pero sobretodo es una de las más brillantes descripciones de las facetas más hermosas y crueles del amor que mantiene toda su vigencia pese al tiempo transcurrido, ya que, como le comentaba el propio Goethe a su secretario Eckermann, sería malo si cada uno no tuviera una época en su vida en el que le parezca que Werther fue escrito sólo para él.
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) fue un hombre de saber enciclopédico, que con su vasta obra, que abarca desde poesía hasta tratados científicos, rompió con la encorsetada tradición de la Ilustración y abrió las puertas al movimiento romántico. Tras pasar su infancia y adolescencia en Fráncfort arropado por una familia de cierto estatus social y político, se trasladó primero a Leipzig y luego a Estrasburgo para estudiar Derecho. Durante su etapa universitaria, Goethe empezó a escribir. Se inició con la poesía, pero no se limitó a ella, también hizo incursiones en el ensayo y en el teatro, colaborando también con una revista de su ciudad natal.
En 1774, en apenas un mes, escribió “Las penas del joven Werther”. Al año siguiente de su Werther, el duque Carlos Augusto de Sajonia le invitó a que se estableciera en la corte de Weimar, donde ejerció diversos cargos a lo largo de su vida. Goethe fijó su residencia definitiva en Weimar, aunque realizó constantes viajes, el más largo de ellos el de dos años (1786-1788) que le llevó a diferentes ciudades italianas y durante el cual escribió los dramas “Ifigenia en Táuride”, “Egmont” y buena parte de “Torquato Tasso”. También durante su larga estancia en Italia empezaría a trabajar en su “Fausto”, obra cumbre de la literatura universal, cuya gestación se prolongaría prácticamente hasta el final de su vida (la primera parte vio la luz en 1806 y la segunda en 1831, un año antes de su muerte). Entre sus obras posteriores destacaron sobre todo sus novelas “Años de aprendizaje de Wilhelm Meister” (1796), “Germán y Dorotea” (1798), “Las afinidades electivas” (1809) y “Años de peregrinaje de Wilhelm Meister” (1821).