martes, 5 de febrero de 2019

"Puñal de claveles" de Carmen de Burgos

La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves día 21 de febrero de 2019, a las 19:30 horas. En ella comentaremos "Puñal de claveles" de Carmen de Burgos.

Pura apareció en la puerta del solitario cortijo, puso la mano derecha como toldo a los ojos y tendió la vista a lo largo del camino, que se extendía zigzagueando entre los declives de las montañas. La protagonista de "Puñal de claveles" es pedida en matrimonio por el contrabandista y dueño del cortijo de los Tollos, Antonio el Peneque, algo que ella acepta "sin alegría y sin repugnancia".

"Puñal de claveles" fue fruto del compromiso de Carmen de Burgos "Colombine" como activista pionera en defensa de los derechos de la mujer y probablemente es una obra imprescindible para comprender su extensa trayectoria literaria, por su trascendencia social, por ser una de sus últimas creaciones y porque Federico García Lorca se basó, en parte, en ella para escribir uno de los textos cumbre del teatro contemporáneo, "Bodas de sangre", lo que la convierte en un relato esencial. La autora se inspiró en el llamado crimen del Cortijo del Fraile -que tuvo lugar en 1928 y que, como recogió la prensa de la época, fue un suceso con repercusión en todo el país- para escribir una novela amena, liberadora y apasionante.


1 comentario:

  1. Según las crónicas de sociedad, “No era raro en la comarca que un antiguo novio robase a la desposada en su boda, en el momento supremo de ir a perderla, y de que una boda preparada con alegría, terminase con sangre”. En 1928 un suceso recogido por la prensa de la época tuvo repercusión en todo el país: el crimen del Cortijo del Fraile. La noche del 22 de julio, Francisca Cañadas, hija pequeña del encargado del Cortijo de dicho nombre, uno de los más ricos de toda Almería, se subió a lomos de una mula para huir con su primo Francisco Montes, su gran amor. Abandonaba así en plena víspera de boda a su prometido. Comienza entonces una persecución de los amantes que acabó en una tragedia. Y esta noticia provocaría un extraordinario efecto en una mujer adelantada a su época considerada la primera periodista de nuestro país: Carmen de Burgos, que había nacido en Rodalquilar, Almería, en 1867, y es probable que se sintiese fuertemente identificada con Francisca Cañadas no sólo por ser paisanas sino por su mismo destino de mujer.
    Carmen de Burgos se había casado muy joven, con dieciséis años, “como mandaba la época”, con un hombre doce años mayor que ella de quien se creía enamorada. Sin embargo, pronto descubrió que estaba atrapada, y sobre todo la asfixiaba ese paisaje árido almeriense que la inducía a soñar con huir porque se sentía víctima también de un marido que la sometía a malos tratos mientras ella veía morir a tres de sus cuatro hijos. Harta de esta situación, Carmen cogió a su única hija y huyó a Madrid donde se sacó el título de maestra. En 1902 comienza sus primeras colaboraciones periodísticas y en 1905 obtuvo una beca para estudiar los sistemas de enseñanza de otros países. A su regreso retomó su actividad docente y periodística, empezando a especializarse en la reivindicación de los derechos de la mujer, consolidándose como una de las primeras figuras de nuestro feminismo. Comienza a rodearse de intelectuales en las tertulias, entra así en el grupo de la Generación del 98 y empiezan a conocerla por su pseudónimo, “Colombine”. Será el comienzo de una larga y fructífera carrera periodística y literaria. Fallece en Madrid en 1932 y la posterior llegada de la dictadura franquista borró de los libros de historia su nombre y su obra durante muchos años.
    Colombine escoge la narrativa costumbrista para mostrarnos con un ritmo ágil y un lenguaje sencillo pero lleno de simbolismo su novela Puñal de claveles (1931). Según las costumbres, cuando Pura es amonestada por primera vez el círculo de su actividad social se constriñe. Ya no puede estar sola ni un solo momento, no puede ir a bailar a los pueblos, no puede salir de casa si no es con un pañuelo que le cubra la cabeza, toda la vida entorno a ella gira en un único objetivo: preservar su pureza. El prometido, sin embargo tiene toda la libertad; puede ir y venir, viajar o quedarse, salir, entrar, bailar, ir de farra e incluso echar alguna cana al aire. Su virtud no importa, es un hombre y ya se sabe cómo son. Es así como surge el conflicto, mientras la familia Cruz, Frasco, su mujer Antonia y la hija Pura, preparan la boda y también aparecen las primas y ayudantes de Pura, Rosiya, Encarnación, Isabel y Cándida, en un cortijo en la comarca de Níjar que muy bien conocía Carmen de Burgos.
    La lectura de esta obrita breve de Colombine originó algunas acertadas opiniones de los miembros del Club sobre la época, los personajes, las costumbres, y el papel de la mujer, pero sobre todo dio pie a conocer mejor a esta narradora almeriense, algo olvidada, y que goza de una extensa obra que bien merece conocerse. Puñal de claveles es un acicate más para profundizar en el conocimiento de esta singular representante de la modernidad española de comienzos del siglo XX.

    Pedro Martínez Domene.

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