sábado, 5 de enero de 2019

"Los pazos de Ulloa" de Emilia Pardo Bazán

La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves 31 de enero de 2019, a las 19:30 horas. En ella comentaremos el libro "Los pazos de Ulloa" de Emilia Pardo Bazán.

El joven y recién ordenado sacerdote Julián Álvarez llega como capellán al poblado de Los Pazos, donde se levanta el castillo perteneciente a don Pedro Moscoso, de 30 años de edad, hombre licencioso, frívolo y desaprensivo, que ilegítimamente ostenta el título de marqués de Ulloa.
En Los Pazos reina el más completo desorden y abandono. Los aldeanos roban impunemente al marquesado todo cuanto pueden. Quien verdaderamente manda y administra el solar es Primitivo, astuto labriego a las órdenes de don Pedro, que no ve con buenos ojos la llegada de Julián.
La hermosa Isabel, hija de Primitivo, es la amante de don Pedro (y de cualquier campesino de los alrededores que la solicite), relación propiciada por su propio padre para tener así mayor dominio sobre el amo.
De estos amores ilícitos ha nacido un niño, Perucho, de quien nadie se ocupa y por ello crece salvaje, sucio y solo.
El sacerdote desaprueba tanto saqueo y libertinaje. Con no poco esfuerzo, convence a don Pedro de que abandone su vida viciosa, elija una mujer digna y la haga su esposa. La elección recae en Marcelina, llamada cariñosamente Nucha, virtuosa joven citadina y además prima del marqués. El matrimonio parece aquietar al principio el desenfreno de don Pedro, pero cuando a costa de su salud Nucha da a luz una niña y no un heredero varón, Moscoso, frustrado, vuelve junto a Isabel y al escándalo de sus antiguas costumbres. Esta conducta del marido atormenta y consume el ánimo de Nucha, quien finalmente muere de angustia y aflicción.
La acción está ambientada en Ulloa, agreste región de Galicia, alrededor de 1866.
Los Pazos de Ulloa, describe con realismo y fidelidad el ambiente y los caracteres, tanto el de los protagonistas como el de los personajes secundarios, el abad de Ulloa, el doctor Juncal --ejemplo de médico de aldea—, Perucho y los caciques que participan en la lucha electoral, entre otros.
La sensibilidad de la autora ha captado el clima social de atraso, corrupción y pasiones primitivas que se vive en ese apartado rincón de Galicia, símbolo de la provincia española a fines del siglo XIX, pero sobre todo ha puesto énfasis en el elemento humano, la víctima de su instinto, del dolor o el desengaño.
Novela intensa, amena, concebida con dominio de los efectos y escrita con estilo sencillo, es la mejor y más representativa de Emilia Pardo Bazán.

2 comentarios:

  1. Buena novela para entender la vida rural en Galicia. Desprende mucho trasfondo y no es nada superficial. La lectura va calando poco a poco hasta entender muchos matices que se dejan apreciar.

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  2. La primera cita nos trae aires de comienzo de año y ganas de leer y profundizar, de alguna manera, en nuestros clásicos y enfrentarnos a lo largo de los meses próximos a nuevas lecturas que nos descubran apasionantes historias. La opinión sobre Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán, ha sido unánime, todo un acierto, una estupenda novela que inscribimos en los clásicos de nuestra mejor literatura.
    Julián, un joven párroco de carácter apocado y algo “femenil”, se traslada a la casa señorial de los Pazos de Ulloa para ejercer sus funciones eclesiásticas y ayudar a recomponer el archivo de contabilidad de la propiedad. Allí conocerá a Don Pedro, el Marqués de Moscoso, propietario de los Pazos y a su criado Primitivo, padre de Sabel, una cocinera con la que el Marqués mantiene una relación ilícita y de la que ha nacido Perucho, un niño salvaje, mal vestido y mal criado.
    Julián intentará durante toda la novela seguir lo que él considera un deber para con su Dios, poniendo orden y paz cristiana en los Pazos, aunque le será imposible, a pesar de sus intentos fervientes de humanizar a Perucho, o lograr desposar al Marqués que finalmente lo hará con Nucha, una prima de Don Pedro que desarrollará una gran afinidad con el párroco, de la que con toda evidencia se sentirá atraído y sin duda, enamorado. Finalmente, después de que el caciquismo y la lucha política del momento pongan fin a la vida de Primitivo, el mayordomo, en realidad el auténtico amo de los Pazos, siniestramente implicado en conflictos económico-políticos, Julián dejará el Pazo de Ulloa, se enclaustrará en una parroquia de montaña lejos del lugar para volver diez años después cuando todo ha cambiado.
    La novela está narrada en tercera persona desde el punto de vista externo, un narrador que conoce todos los detalles de la historia, así como de los personajes, incluyendo sus pensamientos y sentimientos, es decir, se ha usado ese carácter omnisciente tan obvio en novela para que el lector siga la historia sin dificultada alguna.
    Una total unanimidad, y un fervoroso haz de comentarios nos llevaron a desmenuzar la obra en toda su amplitud: el punto de vista social y religioso, la política y la economía, la brutalidad de ambiente, o los curiosos personajes, Julián, Nucha, Sabel o los enredos e intrigas de Primitivo en el marco de una Galicia rural y no menos decadente cuya visión de una Naturaleza salvaje sobresale sobre los propios interpretes de esta singular historia.

    Pedro Martínez Domene.

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