sábado, 1 de marzo de 2014

"Nada" de Janne Teller

La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves 27 de Marzo de 2014, a las 19:30 horas. En ella comentaremos el libro "Nada" de Janne Teller.

Pierre Antón deja el colegio el día que descubre que la vida no tiene sentido. Se sube a un ciruelo y declama a gritos las razones por las que nada importa en la vida. Tanto desmoraliza a sus compañeros que deciden apilar objetos esenciales para ellos con el fin de demostrarle que hay cosas que dan sentido a quiénes somos. En su búsqueda arriesgarán parte de sí mismos y descubrirán que sólo al perder algo se aprecia su valor. Pero entonces puede ser demasiado tarde.

Educada como macroeconomista, Janne Teller trabajó para las Naciones Unidas y la Unión Europea en la resolución de conflictos y problemas humanitarios alrededor del mundo, especialmente en África. Ella comenzó a escribir ficción a tiempo completo desde 1995. Ha vivido en varios lugares del mundo, tales como Bruselas, París, Copenhague, Bangladesh, Tanzania y Mozambique. Ahora, vive en Nueva York.
La literatura de Janne Teller, compuesta principalmente de novelas y ensayos, se concentra siempre sobre perspectivas existenciales de la vida y de la civilización humana, causando a veces debates polémicos. Su obra "Nada" (2000), inicialmente prohibida, revolucionó la novela por su juventud, y se convirtió en un éxito mundial.

3 comentarios:

  1. Inolvidable y eterna. Tiene todas las características de un clásico.

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  2. Nada es un libro que te influye para siempre. Merece ser leído y releído muchas veces.

    Lirado, Francia.

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  3. Las lecturas que, de vez en cuando proponemos, pueden agradar, asombrar, disgustar, pero en ningún momento dejarnos indiferentes, al menos ese es el propósito de nuestro Club de Lectura. Y quizá en esta ocasión, y más que nunca, un libro como Nada, de la danesa, Janne Teller, suponga esa mirada distinta a una obra donde la sociedad actual está muy poco o nada acostumbrada a mirarse frente a una espejo y descubrir el horror de este mundo, estando aun muy lejos de verse cara a cara, y sopesar su alrededor porque, cuando lo hace, siente miedo y terror ante lo que ve. La novela, Nada, ha sido censurada, prohibida y detestada a la vez que recomendada, premiada y obligada a leerse en ciertos ambientes donde ese reflejo de la brutalidad infantil y juvenil era patente; también, es verdad que, normalmente, esa inocencia se la atribuimos a los niños, y es por eso que los protagonistas de esta historia son niños. Criaturas bien intencionadas como quizá fuimos todos nosotros, deseosos de ayudar a un compañero que se ha subido a un ciruelo. Y ese el comienzo de esta fábula contemporánea, Pierre Anthon descubre que en realidad nada importa en la vida por lo que abandona la escuela, se sube a un árbol y se dedica a filosofar delante de sus compañeros. Verdades como puños salen de sus labios, mientras sus condiscípulos tratan de ayudarle demostrando que hay muchas cosas en la vida que realmente valen la pena, y que, por supuesto, tienen mucho significado. Así que inventan que cada uno deberá ofrecer su dádiva/ sacrificio ante una especie de “altar del significado” para convencer a Anthon a bajar del árbol y que callarse la boca es lo mejor. Esa búsqueda de significado poco a poco se convierte en una sucesión de las miserias, vergüenzas, envidias y codicias de muchos de los adultos en boca de estos niños y lo que estas representan. Y, a medida que avanza el libro, todo y cuantas acciones forjan los niños adquirirá unas dimensiones que se escapa de las manos de los chicos, y demostrará quién tiene al final razón.
    Teller escribe una obra terrible con personajes y palabras sencillas, sin ofensas, estridencias ni escándalos y practica una prosa dulce y benévola al hacerlo, lo cual sin duda magnifica la tragedia que representa, así que resulta un drama moral que a los adultos nos enseña en lo que, realmente, nos hemos convertido.
    La polémica en el Club estuvo servida, y cada cual opinó acerca de las maldades de este libro, sobre todo porque no se entendía bien que esto pudiera ocurrir entre nosotros y que más bien se debía al carácter nórdico de su autora, y quizá no entendiéramos bien que en menor media, esa crueldad y brutalidad, también, puede darse en nuestra sociedad, tan cambiada y cambiante, en estos últimos años, alejados ya de una moral y de una humanidad que para nada tiene que ver con un pasado, si no más feliz, al menos, no tan cruel, porque en realidad, adscrito hoy, como en el caso de esos niños, en la nada.

    Pedro M. Domene

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