La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves 24 de noviembre de 2022, a las 19:30 horas. En dicha reunión comentaremos “El gran Gatsby” de F. Scott Fitzgerald.
Estamos en la primera hora de la Edad del Jazz, en los felices y cinematográficos años veinte, en Nueva York, tiempo de diversión y emoción, orquestas y tiroteos. Gatsby vive en una fabulosa casa de Long Island, y a sus bailes acude «el mundo entero y su amante», cientos de criaturas a quienes no hace falta invitar, insectos alrededor de la luz del festín. La puerta está abierta, y la atracción más enigmática del espectáculo es el dueño de la casa, un millonario que quizá sea un asesino o un espía, sobrino del emperador de Alemania o primo del demonio, héroe de guerra al servicio de su país, los Estados Unidos de América, o simplemente un gángster, un muchacho sin nada que se convirtió en rico. Lo vemos con los ojos del narrador, Nick Carraway, que dice ser honrado y haber aprendido a no juzgar a nadie.
En el verano de 1922, buen año para la especulación financiera y la corrupción y los negocios que se confunden con el bandidismo, parece que sólo hubo fiestas y reuniones para comer y beber, y que pocas veladas acabaron sin perturbación. Hay amantes que rompen con una llamada telefónica la paz de un matrimonio, y una nariz rota, y un coche que se hunde humorísticamente en la cuneta, y un homicidio involuntario, y un asesinato, pero la diversión recomienza siempre. Jay Gatsby es un héroe trágico que se va destruyendo conforme se acerca a su sueño: la reconquista de una mujer a la que dejó para irse a la guerra en Europa. Quiere cumplir su deseo más inaccesible: recuperar el pasado, el momento en que conquistó a Daisy Buchanan.
La antítesis del desarraigado Gatsby es Tom Buchanan, marido de Daisy. Posee una identidad de hierro, sin discusión, ciudadano de valores sólidos, que cree en la familia, la herencia, el patrimonio y la supremacía de la raza blanca. Tiene una capacidad descomunal para imponerse.
Y alrededor de los Buchanan se fraguará un desgraciado pentágono amoroso, quebrado y desigual, como la sociedad de la época, tan igualitaria en sus espectáculos y diversiones democráticas. La revista Liberty se negó a publicar por entregas El gran Gatsby, a la que consideró una inmoral historia de amantes y adúlteros.
Cuando terminó El gran Gatsby, Francis Scott Fitzgerald le escribió desde Europa a su editor: «He escrito la mejor novela de los Estados Unidos de América.» Y, en efecto, es una obra maestra que fue celebrada en el momento de su aparición, 1925, por autores como T. S. Eliot, Edith Wharton o Gertrude Stein. Y, posteriormente, por ejemplo, por Harold Bloom: «El gran Gatsby tiene pocos rivales como la gran novela americana del siglo XX. Al volver a leerla, una vez más, mi inicial y primera reacción es de renovado placer.»
Una nueva sesión del Club y una muestra de la mejor literatura norteamericana, el clásico El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, miembro de la generación perdida de tanta trascendencia en la literatura universal.
ResponderEliminarEl gran Gatsby es un retrato de la era del jazz que recrea el espíritu de la generación de Francis Scott Fitzgerald y le otorga el merecido título de clásico de la literatura estadounidense y universal. Cuenta la historia del millonario que se ha forjado a sí mismo, Jay Gatsby, a quien sólo le mueve una obsesión del pasado, recuperar un amor de juventud, pero la joven Daisy es ya una mujer casada que forma parte de una sociedad frívola y aburrida con una existencia tan disipada como irreverente, una criatura encantadora y también dañina, en realidad la novela y la historia irá creciendo y se convierte en un magnífico retrato de heroicidad en un mundo decadente.
Pedro Martínez Domene.
Un relato como El gran Gatsby (1925) parte de una historia compleja cuyo escenario se concreta en la sociedad decadente aunque la trama devuelve la escena a un antiguo amor del protagonista y se escenifica toda una serie de infidelidades, actitudes hipócritas o involuntarios crímenes plasmados con gran acierto por la certera y ajustada prosa de F. Scott Fitzgerald en una novela breve e inolvidable. Un clásico emotivo, sentimental y frágil. Es una historia que permanece durante mucho tiempo en la memoria, para terminar recordando al enigmático Gatsby y al ambicioso Nick Carraway con una sonrisa sarcástica y no menos melancólica.
ResponderEliminarNick Carraway, Jay Gatsby y Daisy Buchanan protagonizan una historia que transcurre en la ciudad de Nueva York del año 1922, una época de bonanza económica y de esplendor tras la crisis después de la I Guerra Mundial. Nick Carraway se muda a una pequeña casa cerca de la ciudad, en West Egg, un barrio lleno de grandes mansiones, donde poco después comenzará a entrar en su vida el personaje de Jay Gatsby, su misterioso y descaradamente rico vecino, al que nunca ha conocido a pesar de que en su mansión se celebren las más grandes e impresionantes fiestas en las que nadie necesita ser invitado. Son numerosos los rumores que circulan sobre Gatsby y llegan a oídos de Nick, que busca conocer los secretos que rodean a este personaje. Hasta que es el propio Gatsby el que se aproxima a su humilde vecino para descubrirle que su anhelo no es más que Daisy, la prima encantadora, infantil y rica de Nick, que vive justo enfrente, en su palacio de East Egg, al otro lado de la bahía.
Pedro Martínez Domene.
La novela aborda una gran complejidad sentimental, con una narración impecable que te permite percibir cada sentimiento de los personajes: el ambiente en las fiestas de Gatsby, el permanente sufrimiento por el amor de Daisy, o ese odio a la opulencia y la banalidad de esa sociedad interesada y superficial. F. Scott Fitzgerald ha sabido perfilar excepcionalmente a sus personajes. El toque especial de El gran Gatsby viene dado por el personaje de Nick Carraway, que hace las veces de narrador de la historia a pesar de no ser el protagonista de la misma. De esta manera, a través de su punto de vista irá introduciendo a los personajes, convirtiéndonos a los lectores, a la vez, en confidentes y cómplices de sus pensamientos y opiniones ya que, como él mismo asegura, Nick se reserva sus opiniones y sólo las comparte con el lector, de forma íntima y subjetiva. Además, él es el nexo de unión entre Gatsby, protagonista absoluto, y el resto de personajes de la novela. El modo de vida y la enigmática personalidad de Gatsby son presentados paulatinamente por Nick, tal y como él mismo lo vivió.
ResponderEliminarPedro Martínez Domene.
A medida que avanza el libro se descubren los sentimientos de cada personaje, el fondo que existe tras ellos: la maldad, la hipocresía, el egoísmo; se presenta el aire de decadencia de la mayoría de los personajes, infantiles y crueles que, en ocasiones, hacen que el lector se sienta identificado con Nick Carraway, preguntándose por qué debe permanecer con esa gente cuyos comportamientos desprecia. Una sociedad superficial, ficticia, vulgar y sobrepasada, que vive por el goce del momento gracias al dinero. Un entorno en el que él, honesto y honrado, se encuentra totalmente fuera de lugar. Una de las claves del libro es ir descubriendo poco a poco la personalidad de los personajes, que vamos descubriendo página tras página. Concretamente, el elemento esencial es el descubrimiento del verdadero Jay Gatsby que representa la luz en medio de esa sociedad carcomida por el egocentrismo. A Gatsby no le importa la riqueza ni nada del mundo superficial que lo rodea, se mueve por el amor que siente por Daisy. Él es la única persona real dentro de esa multitud de farsantes, por su optimismo y su honestidad emocional. Un personaje extravagante, soñador y persistente cuyo único objetivo es recuperar el amor de su juventud.
ResponderEliminarF. Scott Fitzgerald nos muestra ciertos tintes de racismo, y división social, la avaricia, el poder y el dinero, enfrentados a sentimientos como el amor y la honradez. Los sueños inalcanzables, la nostalgia y la imposibilidad de recrear un pasado idealizado son elementos esenciales de la trama. Todo ello en un contexto en el que el sueño americano de los años 20 decae junto a la superficialidad de la clase alta.
Diversas opiniones en torno a esta singular novela, sus características y personajes para una velada de afluencia lectora e interés por la buena literatura.
Pedro Martínez Domene.