viernes, 2 de noviembre de 2012

"La cabeza del cordero" de Francisco Ayala

La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el martes día 27 de Noviembre de 2012, a las 19:30 horas. En ella comentaremos el libro "La cabeza del cordero" de Francisco Ayala.

Publicado por primera vez en Buenos Aires en 1949, "La cabeza del cordero" reúne cinco relatos que poseen la unidad temática que les transmite un acontecimiento clave de la historia contemporánea, la Guerra Civil española. Esta obra ya clásica de Francisco Ayala, que expresaba en forma narrativa los dolorosos recuerdos del conflicto bélico, unas veces como presagio y otras como pasado más o menos pretérito, sufrió durante largos años la persecución de la censura del régimen franquista para circular después libremente por España, y hoy conserva su perennidad, bien establecida en el campo de los estudios literarios.

Tras cursar en Madrid las carreras de Filosofía y Letras y Derecho, se trasladó a Berlín en 1930, donde realizó estudios de filosofía política y sociología. Dos años después obtuvo la cátedra de Derecho Político en la Universidad de Madrid y formó parte del núcleo de intelectuales agrupados en torno a la Revista de Occidente. Exiliado como consecuencia de la Guerra Civil, en 1960 regresó a España, aunque no se estableció de forma definitiva hasta veinte años más tarde. Entre su obra narrativa, fundamental en el desarrollo de la literatura española del siglo XX, destacan los libros de relatos Los usurpadores (1949), La cabeza del cordero (1949), Historias de macacos (1955), El rapto (1965) y El jardín de las delicias (1971), y las novelas Muertes de perro (1958) y El fondo del vaso (1962). Académico de la Lengua Española desde 1983, ha obtenido, entre otros, los premios de la Crítica, Nacional de Literatura, el Nacional de las Letras Españolas, el de s Letras Andaluzas y el Premio Cervantes.

1 comentario:

  1. Francisco Ayala (Granada, 1906- Madrid, 2009) ha vivido el pasado siglo XX con esa amplia visión que le ofreció un extensa y prolífica vida, antes de la Guerra Civil, el largo exilio y una larga postguerra y democracia que le devolvió la fama y popularidad en nuestras letras contemporáneas. Autor de una amplia producción que abarcaba la narrativa extensa, breve, el ensayo sobre aspectos sociológicos y políticos, cultivó igualmente el arte de la traducción o el artículo en prensa.
    En el Club de Lectura hemos leído durante el pasado mes, uno de sus mejores libros de cuentos, La cabeza del cordero, publicado por primera vez en Buenos Aires en 1949, cuando el escritor se encontraba en el exilio. El libro reúne cinco relatos, o quizá novelas cortas que tienen como hilo común la guerra civil como protagonista aunque vista desde la perspectiva del paso del tiempo, y sin esa acritud característica en otras narraciones de época, como el propio autor apuntaba, "el pavoroso asunto en forma tal que excluya todo elemento anecdótico", aunque el la primera de ellas, "El mensaje", no se refiera en absoluto a la tragedia. Y una pieza maestra, la que da título al volumen, que confirma hasta qué punto un relato breve puede ser una obra maestra porque sobrepasa los límites de la evocación temporal y recuerda el pasado en una amplitud extrema donde las culturas, musulmana, judía y cristiana convivían en una época gloriosa. La estructura de la narración es eminentemente actual, con un toque personal y símbolos en lo cotidiano. En el relato su protagonista, José Torres, viaja a Marruecos a pasar unos días con unos familiares. Retrata un ambiente hermoso, lleno de connotaciones sociológicas, en el que la indigestión por una cabeza de cordero hace plantearse el pasado de una forma incómoda. El tajo, es quizá su relato más logrado, se centra en el teniente Santaolalla, que tras matar en la guerra civil a un miembro del bando contrario, se obsesiona con la idea de devolver sus efectos personales a su familia a modo de redención. La manera en que, de forma sorpresiva, se expresa la no-correspondencia entre las buenas intenciones y la dura realidad, es un admirable acto de maestría que conforman uno de los mejores relatos del libro. El Mensaje y El Regreso, sin que sean menos importantes, son relatos más convencionales que recrean la época bajo una fijación por el día a día, ese mencionado insistir en tener los ojos abiertos, en el que cada detalle importante sólo por haber sido contado. Los diálogos resultan tan naturales y tan dinámicos que se hacen imprescindibles para el desarrollo de los relatos. El libro dio pie a una auténtica conversación por los logros del libro y la exquisitez del tratamiento del tema, después de haber leído algunos relatos con el mismo tema. Se puso de manifiesto la autenticidad de este autor granadino cuya prosa ajustada, certeza, barroca en ocasiones, no desdice en la actualidad la profundidad de la misma, es decir, la universalidad que proporciona su lectura y el interés por seguir con el resto de su obra.

    Pedro M. Domene

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