lunes, 23 de enero de 2023

"Orlando" de Virginia Woolf


La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves 23 de febrero de 2023, a las 19:30 horas. En ella comentaremos “Orlando” de Virginia Woolf.

Singular biografía, la de Orlando se desarrolla entre la era isabelina y el siglo XX, y además, a mitad de camino, cambia el sexo de su protagonista. Sólo una agilidad narrativa como la de Woolf podía trenzar un juego literario semejante, y sólo un autor como Borges estaba en condiciones de verterla a nuestra lengua.

Orlando sigue siendo como una de las mejores novelas de Virginia Woolf debido a su modernidad y a la presencia de todos los temas básicos de la obra de la autora inglesa: la condición de la mujer, el paso del tiempo y la recreación literaria de la realidad.

Virginia Woolf está considerada una de las principales escritoras y ensayistas británicas del siglo XX, tanto por su obra escrita como por su labor como editora y activista a favor de los derechos de la mujer.


2 comentarios:

  1. Cada propuesta del Club de Lectura nos invita, de alguna manera, a una reflexión que se prolonga más allá del momento y acto físico de la lectura porque la profundidad del texto nos lleva a volver la vista a ese proceso creativo que subyace en toda buena literatura, califíquese de clásica o contemporánea. El caso de Orlando, de Virginia Woolf no deja, tras una atenta lectura, indiferente a nadie.
    La narradora, Virginia Woolf, fue la única mujer que se atrevió a escribir sobre las injusticias o las aspiraciones intelectuales, políticas, sociales e incluso, sexuales que sufrían las mujeres en la primera mitad del siglo XX. Consciente de semejante arbitrariedad consiguió construirse un mundo propio y legó una notable obra frente a ese mundo hostil masculino que se decantó por el heroísmo de una guerra que asoló Europa durante años; se posicionó como una de las mujeres más relevantes de la literatura modernista y convirtió la figura femenina en protagonista de su mundo de no ficción.
    Virginia Woolf dejó constancia de un inigualable legado literario y sociológico que hemos venido recordando día tras día porque reivindica, una y otra vez, sus postulados feministas con historias que pusieron a la mujer en el foco de atención cuando el hombre era el protagonista indiscutible y se mofaba de ese falso feminismo que conllevan las injusticias sociales o laborales que vivían las mujeres a diario plasmadas en las páginas, que con tanto anhelo, escribió porque, entre otras muchas características, fue una de las primeras escritoras en darle espacio a las emociones, a tratarlas con normalidad en unos duros tiempos de frialdad y de hostilidad. Escribió y se manifestó sobre las interpretaciones sociales, muchas veces calladas en su época, como la salud mental, el mundo de los sueños o la sexualidad femenina, todo mediante personajes que exteriorizan sus pensamientos en monólogos internos, generando a quien los leyera una reflexión propia.

    Pedro Martínez Domene.

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  2. Sus novelas se caracterizan porque son tan cautivadoras como experimentales, una narrativa que nos transporta a lugares inusuales, y mezcla acontecimientos con pensamientos de los protagonistas de sus historias que, de alguna manera, llevan al lector a un mundo lírico y virtuoso, aunque su realidad trascienda como ocurre en Un cuarto propio, donde defiende que toda mujer que desee dedicarse a la literatura debe disponer de dinero y de una habitación propia. Como mujer e intelectual inspiró al movimiento feminista liberal sufragista, cuyo discurso giraba entorno al hombre como salvador del mundo, aunque hoy nos ha dejado un gran legado personal que refuerza la lucha feminista que libran las mujeres de nuestra sociedad.
    Orlando es la primera novela de la historia que tiene como protagonista a una persona transgénero, un término general que asociamos a aquellas personas cuya identidad y expresión de género se diferencia de las que están típicamente asociadas con el sexo que les fue asignado al nacer, aunque en la novela de Woolf, Orlando es un joven de la nobleza, un hombre soltero y codiciado que un día se despierta y descubre que su cuerpo ha cambiado y que ahora es una mujer. Virginia Woolf, publicó este libro en 1928, e imagina las posibilidades que existen más allá del conservadurismo victoriano y se propuso crear un protagonista que trascendiera los límites del binomio de género que clasificaba el mundo masculino y femenino; la autora irá desdibujando constantemente la línea imaginaria que divide el concepto tradicional de ambos géneros, y plantea ya en las primeras páginas de la novela, cuando Orlando se enamora de una princesa rusa, esa posible pista del argumento y cuanto ocurrirá a lo largo de la historia porque el joven se enamora de Sasha antes de saber si él es un hombre o una mujer, una inequívoca premisa que subyace en la biografía de este singular Orlando: el amor no tiene género.
    La razón esgrimida para justificar el proceso de escritura de esta obra se encuentra en la propia biografía de la autora, y en la relación amorosa que mantuvo con Vita Sackville-West durante tres años, a quien dedicaría el libro, una auténtica declaración de amor, como había dejado escrito en su diario poco antes de redactar la novela, “el personaje protagonista es Vita, aunque con el cambio de un sexo a otro”, aunque Virginia Woolf utilizará el cambio de género de Orlando para poner en evidencia el machismo y la opresión que comprenden los roles de género tradicional atribuidos a la sociedad de su tiempo y, además, pondrá de manifiesto ese contraste entre la infinidad de posibilidades que Orlando ha vivido como hombre antes de su transición y las pocas opciones que le quedan después, y se convierte en la crítica más fehaciente y aguda de la novela porque la narradora hace uso de la sátira para resaltar las injusticias patriarcales del momento histórico vivido.
    Una vez más, y como es habitual en su propósito, Virginia Woolf recurre a la escritura como actividad artística e intelectual para manifestar su actitud vital y el compromiso literario adquirido con el paso de los años, y leemos que Orlando pasa la mayor parte de su tiempo escribiendo, cuando es retratado como un hombre la sociedad acepta que él se dedique a esta actividad y es tomado en serio como escritor; sin embargo, cuando se convierte en una mujer, la sociedad no tolera que ella se dedique a escribir porque, la autora, en la voz del narrador considera que es una mujer, una mujer hermosa, y una mujer en su plenitud, pronto abandonará este simulacro de escribir.
    Una acertada, amena y rigurosa batería de opiniones concretaron el texto de la narradora Wolf para poner de manifiesto el valor de la historia y las múltiples posibilidades de interpretación de esta novela, además de la actualidad y el valor de la misma. Feminismo, modernidad, fantasía y realidad para justificar una narración que se adelantaba a su tiempo y mostraba así la atormentada existencia que la llevaría al suicidio.

    Pedro Martínez Domene.

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