Estraperlo, racionamiento, postguerra, autarquía, son algunas de las coordenadas en las que se inscribe esta novela, que a través de su protagonista, y un nutrido coro de personajes, nos dibuja la evolución de la sociedad española desde los años posteriores a la guerra civil hasta nuestros días. Desde las secuelas que el enfrentamiento civil dejó en muchos de sus personajes, patentes aún en las décadas de los 60 y 70, hasta el presente lastrado por el boom inmobiliario, la política ineficaz y la corrupción. España es ese país en el que se vive de sueños incumplidos.
Justo Vila nació en Helechal (Badajoz), en el seno de una familia de jornaleros que emigró a las cuencas mineras de Asturias a principios de los sesenta. De regreso a Extremadura compaginó sus estudios con diversos trabajos (jornalero, albañil, educador, colaborador en prensa y radio, etc.). Licenciado en Geografía e Historia, actualmente es Director de la Biblioteca de Extremadura.
“Cuando Dámaso llegó a su altura, el viejo arañaba el horizonte con los ojos. El muchacho se paró a su lado y resopló, apoyándose en el tronco de la encina seca que remataba el altozano. Luego, al descubrir las luces de la ciudad, que parpadeaban a lo lejos como luciérnagas, se le encendió el ánimo. Sobre ellas crecía un arco violeta. Abajo, el río fluía a ratos airado, entre peñascos de granito, y a ratos manso, formando enormes balsas fronterizas y negras. Cuando el guía inició el descenso, Dámaso lo siguió inseguro. Tan pronto daba un traspiés y se encogía, como se erguía y avanzaba unos pasos, antes de volver a tropezar de nuevo en la inestable maraña de retamas, jaras y abulagas en que se había convertido la bajada.”