La próxima reunión del club de lectura de la Biblioteca Pública Municipal "Gabriel Espinar" de Huércal-Overa tendrá lugar una vez pasado el verano, concretamente el jueves 17 de Septiembre de 2015, a las 19:30 horas. En ella comentaremos "Fortunata y Jacinta" de Benito Pérez Galdós.

La novela “Fortunata y Jacinta” (1886-1887) es considerada
la obra maestra de Benito Pérez Galdós (1843-1920), y suele ser nombrada junto
a
La Regenta
de Leopoldo Alas, pues ambas constituyen la cima narrativa de la novela
decimonónica española. Es más, existe un amplio consenso crítico respecto al
hecho de que esta obra es después de El Quijote la ficción más importante
escrita en España. El escenario de la obra galdosiana es Madrid y los
protagonistas principales, Juanito Santa Cruz y Fortunata, viven en la hoy
llamada zona centro, cerca de
la Plaza Mayor. La tormentosa relación amorosa entre
los dos protagonistas, incapaces de superar las dificultades que su diferencia
de estatus social les impone, se desarrolla en el ambiente castizo de finales
del siglo XIX, presentándose, además, un panorama completísimo de la vida y
actividades de la clase media española.
El papel de la mujer en la sociedad, con Fortunata y Jacinta
como máximas exponentes, la hipocresía dominante en una burguesía que intenta
superar su anquilosamiento, la religiosidad asfixiante y dominante, los hábitos
más generalizados, las costumbres más arraigadas, todo ello se da cita en esta
grandísima novela, que es el mayor exponente del realismo literario español y
la mejor muestra del talento narrativo de uno de los más grandes escritores de
la literatura española de todos los tiempos.
Benito Pérez Galdós, novelista, dramaturgo y cronista
español, es uno de los principales representantes de la novela realista del
siglo XIX y uno de los más importantes escritores en lengua española. Su
estancia en Madrid, donde estudió Derecho, le permitió comenzar a realizar
colaboraciones en revistas y frecuentar los ambientes literarios de la época.
Sus obras, de un nítido realismo, fueron un reflejo de su preocupación por los
problemas políticos y sociales del momento. Gran observador, su genial
intuición le permitió plasmar fielmente las atmósferas de los ambientes y los
retratos de lugares y de personajes.